Idealizado por Emil Herbst (1905) y actualizado por Hans Pancherz en la década del 80. Este aparato se caracteriza por: mantener el avance mandibular de manera continua, y presentar un tiempo menor de tratamiento activo, lo que propicia un impacto estético inmediato, además de no precisar la colaboración del paciente. Es un aparato funcional de primera elección cuando la colaboración de la paciente está en entredicho. Así mismo, resulta un aparato muy útil y recomendado en la corrección de la distoclusión en pacientes que acaban de superar el pico de crecimiento prepuberal y se encuentran en dentición permanente. Los efectos esqueléticos y dentoalveolares de este aparato contribuyen a la corrección de la maloclusión de Clase II, han sido reportados desde hace años, contándose entre ellos el aumento en la longitud efectiva mandibular, la proinclinación de los incisivos inferiores, la mesialización de molares inferiores y el movimiento distal de molares superiores.