El análisis cefalométrico fue desarrollado inicialmente a partir de evaluaciones de diversas relaciones esqueléticas y dentarais, seleccionando medidas que eran muy útiles para diferenciar pacientes. El objetivo era producir una cantidad razonablemente finita de mediciones que servirán como guías para evaluar relaciones particulares, comparando al paciente con un grupo de referencia normal para poder detectar cualquier diferencia entre las relaciones del paciente y las que cabría esperar en su grupo étnico y racial. Este tipo de análisis cefalométrico se popularizo después de la segunda guerra mundial bajo la fórmula de análisis de Down, desarrollado en la U. de Illinois y basado en las proporciones faciales esqueléticas de un grupo de referencia de 25 adolescentes blancos no sometidos a tratamiento y seleccionados por tener una oclusión dental ideal y proporciones faciales excelentes. Otro tipo de análisis cefalométrico usado para establecer valores de referencia es el de Steiner, estudio de crecimiento de Michigan, estudio de crecimiento de Burlington, el estudio de Bolton. Puede resultar útil definir el objetivo del análisis cefalométrico, como el estudio de las relaciones horizontales y verticales de los componentes funcionales más importantes de la cara como, el cráneo, la base de cráneo, el maxilar superior óseo, la mandíbula, la dentición y los procesos alveolares superiores.La cefalometría nos permite elaborar un plan de tratamiento más preciso. No debemos conformarnos con solo observar clínicamente a un paciente y sacar una conclusión. Es nuestro deber constatar los valores reales que el paciente presenta. Es posible encontrar pacientes en valores límites y cualquier acto operatorio pudiera empeorar el caso, de allí la importancia de este análisis. El análisis de Ricketts forma parte de nuestro arsenal para el correcto tratamiento de los pacientes.